Un ataque aéreo atribuido a Estados Unidos dejó al menos 68 migrantes africanos muertos y otros 47 heridos en la provincia de Saada, en el noroeste de Yemen, según reportó el canal Al Masirah, vinculado al grupo hutí. El hecho ha generado fuertes cuestionamientos internacionales debido a que el blanco fue un centro de detención que albergaba a personas migrantes, principalmente de origen etíope.

La cadena británica BBC informó que el ataque ocurrió durante la madrugada del lunes, cuando el edificio fue impactado por cuatro explosiones. El canal hutí difundió imágenes explícitas de los cuerpos sin vida cubiertos por los escombros del centro destruido. Las víctimas dormían al momento del bombardeo, según declaró un sobreviviente herido al medio.

El presidente de la comunidad somalí en Yemen, Ibrahim Cabdulqaadir Macallin, visitó el lugar y describió la escena como «trágica y horrible«, agregando que «no pudimos reconocer algunos de los cuerpos que había«. Macallin confirmó que la mayoría de los fallecidos eran migrantes etíopes, mientras que los somalíes habían sido trasladados días antes.

Aunque el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) declaró estar al tanto de los reportes sobre víctimas civiles, hasta el momento no ha confirmado ni negado su responsabilidad directa en este ataque específico. Lo cierto es que este hecho se produce horas después de que el CENTCOM anunciara haber alcanzado más de 800 objetivos en Yemen como parte de una intensificación de ataques aéreos ordenada por el expresidente Donald Trump desde el 15 de marzo.

La falta de verificación independiente sobre el número de muertos y las circunstancias del ataque no ha impedido que surjan críticas hacia la política militar estadounidense en la región, que ya ha sido objeto de señalamientos por el alto número de víctimas civiles en anteriores campañas.

El ataque abre una vez más el debate sobre los límites éticos y legales de las operaciones militares en zonas de conflicto, especialmente cuando los blancos afectan a población civil vulnerable, como migrantes en detención.

Fuente: BBC News

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