
El pasado viernes 2 de mayo, en el salón del GAD Parroquial de Cochapata, se llevó a cabo una importante asamblea en la que participaron comunidades de las tierras altas de Nabón, Yacuambi y otros territorios andinos, junto con autoridades locales. El motivo: rechazar con firmeza la invasión minera que amenaza con destruir los frágiles páramos y contaminar el agua de miles de familias campesinas en las provincias de Azuay, Morona y Zamora.
Desde hace meses, hacendados provenientes de Azuay y otras zonas se han apropiado ilegalmente de tierras comunales en las zonas altas, facilitando el ingreso de minería ilegal. Estos actores operan con total impunidad, incluso utilizando guardias armados para amedrentar, disparar y criminalizar a campesinas y campesinos que defienden su territorio.
La asamblea fue un espacio de denuncia, reflexión y decisión colectiva. Allí, las comunidades reafirmaron su compromiso con la defensa del agua, la vida y el territorio, y se pronunciaron con fuerza contra el despojo violento que promueven los intereses económicos ligados a los hacendados y a empresas como Lucky Minerals y Cachaví. Estas compañías pretenden saquear los minerales del subsuelo, reventando las montañas y contaminando todo a su paso.
En respuesta, se resolvió apoyar firmemente a todas las personas criminalizadas por defender su tierra. ¡Si tocan a uno, respondemos todos! Con unidad y valentía, las comunidades organizaron una gran marcha por la parroquia de Cochapata, demostrando que están más decididas que nunca a detener el avance de un modelo extractivista que no respeta ni la vida ni la dignidad de los pueblos.
Fuente: Frente Nacional Antiminero