
Con el inicio del nuevo ciclo escolar, la violencia ha vuelto a golpear a instituciones educativas de Guayaquil. El miércoles 1 de mayo, tres docentes fueron secuestrados al llegar a una unidad educativa en el sector El Fortín, noroeste de la ciudad. Aunque los maestros ya fueron liberados, otros colegas denunciaron haber sido intimidados el mismo día.
Un día antes, un hombre disparó ocho veces dentro de la Unidad Educativa Manuel Wolf Herrera y dejó panfletos exigiendo el pago de extorsiones (“vacunas”). Frente a estos hechos, el Ministerio de Educación anunció medidas inmediatas. Daniela Febres Cordero, subsecretaria de la Zona 8, informó que ambas instituciones regresarán a clases presenciales el lunes bajo fuerte resguardo policial. Además, advirtió que, de repetirse estos ataques, se activarán protocolos de seguridad con apoyo de la Fiscalía y Policía Nacional.
Actualmente, seis escuelas en Guayaquil, Durán y Samborondón se mantienen en modalidad no presencial, una por violencia y cinco por afectaciones climáticas. Más de 110 planteles están bajo vigilancia prioritaria con patrullajes y presencia de uniformados durante la jornada escolar.
El Consejo Cantonal de Seguridad también se reunió para reforzar el plan Escuelas Seguras, que beneficia a 70 mil estudiantes, y coordinar operativos de control en motocicletas, especialmente en recorridos nocturnos. Las autoridades evaluarán los resultados cada 15 días para ajustar estrategias.