
Peter Sullivan recuperó este martes su libertad después de pasar 38 años y ocho meses en prisión, condenado a cadena perpetua por un crimen que no cometió. Ingresó a la cárcel en 1986 con 30 años y salió de ella a los 68, tras demostrarse su inocencia gracias a avances en la tecnología forense.
Sullivan fue acusado del brutal asesinato de Diane Sindall, una joven de 21 años que fue violada, mutilada y asesinada en Bebington, al norte de Inglaterra. El crimen ocurrió en la madrugada del 2 de agosto de 1986, cuando Sindall se quedó sin gasolina y decidió caminar a casa. Su cuerpo fue hallado al día siguiente.
Fue arrestado un mes después y, tras dos días de interrogatorios sin abogado, confesó el crimen. Aunque retiró su testimonio poco después, ya era demasiado tarde. Las autoridades basaron su condena en su declaración inicial y en inconsistencias en su coartada. La prensa lo apodó “el descuartizador de Mersey”, a pesar de la falta de pruebas concluyentes.
Una combinación de presión psicológica y falta de defensa adecuada fue determinante en su confesión. Evaluaciones posteriores en prisión indicaron que Sullivan es una persona altamente sugestionable.
En su liberación, el tribunal de Liverpool confirmó que el ADN encontrado en el cuerpo de la víctima no corresponde a Sullivan, y que, de haberse contado entonces con la tecnología actual, el juicio no habría procedido.
El caso permanece abierto, pero Sullivan es, oficialmente, un hombre inocente y libre. Al conocer la decisión, rompió en llanto al verla por circuito cerrado desde prisión. En su primer comunicado tras la liberación, declaró:
«Pongo a Dios por testigo de que la verdad os hará libres. No estoy furioso. No estoy amargado (…) Lo que me ha sucedido a mí es un error terrible, pero no debe hacer olvidar que lo que sucedió fue un crimen odioso y una pérdida de vida terrible».
Peter Sullivan ostenta el triste récord de ser la persona que más tiempo ha pasado en prisión en Reino Unido por un crimen que no cometió.
Fuente: Diario El Mundo.