21 de mayo de 2025. Esta tarde se registraron momentos de tensión en el recinto La Unión, cuando un grupo de policías intentó desalojar a familias que desde hace ocho días mantienen una protesta pacífica contra el tránsito de maquinaria pesada perteneciente al proyecto minero Curipamba – El Domo, operado por la empresa Curimining.

Los habitantes de la zona aseguran que su medida se debe a las graves afectaciones que ha causado el constante paso de volquetas y maquinaria minera en su territorio. Entre las denuncias destacan daños estructurales a viviendas, deterioro de caminos y puentes, riesgos viales para niños y adultos mayores, además de contaminación del aire y ruido constante.

Durante el intento de desalojo, los pobladores reafirmaron su posición y señalaron que no están impidiendo el paso de vehículos particulares ni de la ciudadanía en general, sino exclusivamente de la maquinaria de la empresa minera. “Aquí pueden pasar campesinos, estudiantes, policías, turistas, todos menos las volquetas”, expresó una moradora.

La presencia policial, según los habitantes, fue interpretada como un intento de resguardar intereses privados por sobre los derechos comunitarios. Sin embargo, tras la resistencia pacífica de las familias, los uniformados se retiraron del lugar, al igual que los vehículos pesados de Curimining.

La comunidad ha hecho un llamado a organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales para que se mantengan vigilantes frente a la situación, asegurando que ejercerán su derecho a la resistencia y defensa del territorio mientras no se resuelvan los problemas generados por la actividad minera.

Hasta el momento, no se ha emitido un pronunciamiento oficial por parte de Curimining ni de las autoridades competentes.

Fuente: Frente Nacional Antiminero

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