
La crisis de agua potable en Quito, que comenzó el 9 de julio de 2025 tras un deslave que destruyó parte de la tubería principal en la laguna La Mica, ha desatado un nuevo conflicto entre el Municipio capitalino y el Gobierno Nacional.
Más de 400.000 personas en el sur de la ciudad están afectadas, mientras las autoridades intercambian críticas y señalamientos.
El Ministerio de Ambiente acusó a la Alcaldía de ofrecer un servicio deficiente que pone en riesgo la salud pública, mientras el alcalde Pabel Muñoz respondió que no ha recibido apoyo ni coordinación por parte del Ejecutivo. A su vez, el Gobierno anunció la instalación de plantas potabilizadoras móviles y entregó agua a las zonas afectadas, acusando a la Alcaldía de actuar tarde y sin un plan de emergencia.
Este no es el primer enfrentamiento entre ambas instituciones. Ya en noviembre de 2024, Quito enfrentó una grave sequía que derivó en cortes de agua, lo que también generó fricciones. Ahora, en medio de un proceso de revocatoria contra el alcalde Muñoz y con el antecedente de que el presidente Daniel Noboa ganó en los sectores más golpeados por el desabastecimiento, la pugna también parece tener tintes políticos.
Mientras tanto, miles de quiteños siguen haciendo filas para abastecerse de agua de tanqueros o manantiales improvisados.
Fuente: Primicias