El Papa Francisco, de 88 años, continúa hospitalizado en el Hospital Gemelli de Roma debido a una neumonía bilateral. Según el último parte médico, el Pontífice ha pasado la noche sin novedades y no ha presentado nuevas crisis respiratorias en los últimos dos días. A pesar de las complicaciones anteriores con broncoespasmos, su neumonía sigue un desarrollo normal. El Papa ha comenzado a realizar actividades laborales y ha incrementado la fisioterapia respiratoria y motora activa. Durante el día, recibió oxigenoterapia de alto flujo y, por la noche, ventilación mecánica no invasiva. Aunque su situación es estable, el pronóstico sigue siendo reservado debido a la complejidad de su cuadro clínico.
En relación con su posible renuncia, el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Francisco César García Magán, ha señalado que no se cumplen las condiciones para ello. La renuncia del Papa, según el canon 332.2 del Código de Derecho Canónico, debe ser libre y formalmente manifestada, y generalmente se refiere a impedimentos de salud mental, no física. García Magán ha pedido intensificar las oraciones por la recuperación del Papa.
El Vaticano ha informado que el Papa se mantiene sin fiebre, consciente y con una función cardíaca fuerte. Ha comenzado la fisioterapia motora y ha mantenido la estabilidad sin crisis respiratorias. El Pontífice ha pasado el día entre actividades laborales y reposo, participando en el rito del Miércoles de Ceniza en su apartamento y contactando por teléfono con el párroco de la Franja de Gaza.