
Por: Fausto Giraldo
Se entiende que existe un estudio profesional y multidisciplinario para proceder en la mayor parte de países a no imputar delitos ni ser juzgados como adultos a menores infractores.
Lo que realmente existe es la «utilización e instrumentalización de los menores infractores» por parte de los criminales para el cometímiento de delitos, es decir, ejecutan reclutamiento a niños, adolescentes y jóvenes en sus filas delictivas.
El problema es que el 99% de la plaza de reclutamiento se encuentra en los segmentos poblacionales económicamente deprimidos, lo que se entiende, es un resultante de la ausencia del Estado en la aplicación de políticas públicas para impedir que estos menores sean fácil caldo de cultivo de la delincuencia. Menores sin acceso a educación, padres de familia y jóvenes sin opción de empleo estable y salarios dignos, una cultura permanente de violencia y confrontación, cero práctica deportiva o artística.
Los organismos internacionales, Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana de Salud, Unicef; estudios universitarios e institucionales, y otros informes de entidades estatales sostienen que la «madurez emocional» en la adolescencia se encuentra en proceso de formación, por lo que sus actos y conductas aún no son plenamente conscientes de las consecuencias, y de ellos es que se aprovechan los grupos delincuenciales; por tanto, proponer que sean enjuiciados como adultos es pensar que el problema del reclutamiento de menores va a ser resuelto, aspecto que de ninguna manera es cierta, pues los criminales adultos seguirán reclutando a los niños y adolescentes y estos continuarán delinquiendo sun sabiendo que podrían percibir penas fuertes de sanción, ya que, como menciono, no han completado la madurez en su inteligencia emocional.
Desde luego que los menores infractores deben ser sancionados, pero también en el camino deben tener una reparación psicológica y social, capaz que al cumplimiento de su pena se reinserten en la sociedad con formación personal, profesional y oportunidades de vida.